lunes, 2 de mayo de 2016


  1. Claudio Ranieri . Cuando el italiano se hizo cargo del primer equipo del Leicester, el presidente de los Foxes sólo le pidió mantener la categoría. Si bien su llegada no fue bien recibida por la afición, el vicepresidente honorario del club, Gary Lineker, calificó a la elección como “poco inspiradora”; Ranieri supo entender la situación del club, la materia prima con la que contaba. Siguió trabajando con la mayoría del cuerpo técnico que ya estaba en club y mantener una base de trabajo.
  2. Equipo que se conoce . No fueron muchos los cambios que sufriera el primer equipo de los Foxes. El plantel ha jugado varias competiciones juntos, son un conjunto armado que no se ha desmantelado con el paso de las temporadas.
  3. Saber defenderse. La defensa del Leicester no es imbatible, pero casi. Es una de las vayas menos vencida del campeonato. Eso se debe a la experiencia que ciertos jugadores, como Robert Huth, aportan.
  4. La experiencia de Huth. La experiencia del alemán se hizo notar en un defensa joven. Huth sabe lo que es jugar bajo mucha presión. Sus compañeros saben que cuentan con el respaldo del alemán. Hasta el partido contra Swansea había realizado 251 despejes 33 bloqueos sin recibir ni una tarjeta roja.
  5. Jamie Vardy. Si comparamos la historia del Leicester con el cuento de hadas de la Cenicienta, Ranieri sería el hada-madrina y Vardy, definitivamente, tendría botines de cristal. El inglés es una máquina de hacer goles. Lo de la película no sólo es una analogía para narrar lo sorprendente que es Vardy, no. Hay rumores que Adrian Butchart la querría realizar: “es una historia increíble, hace poco no se le conocía, tenía que compaginar el futbol con otros trabajos para ganarse la vida y ahora ha roto récords”, afirmó. ¿Quién podría interpretar al goleador? Los rumores se dividen entre Zac Efron y Jack O’Connell, éste último por ser inglés. ¿Correrá con ventaja?
  6. Pizza. ¿Cómo la pizza es una de las claves del campeón? Al equipo le venían convirtiendo muy seguido, Ranieri ya no sabía cómo motivar al equipo, entonces antes del partido contra Crystal Palace, les prometió que si terminaban sin que les convirtieran les daría pizza. Los Foxes terminaron el partido con el arco en 0, Ranieri cumplió con su promesa y los llevó por pizza. Pero había una pequeña trampa. Cuando llegaron a la pizzería, el italiano les dijo “tienen que trabajar por todo. Trabajarán también por la pizza. Vamos a cocinar la nuestra” y así el plantel entero pasó la noche amasando pizzas. Es una pequeña anécdota, pero denota a claras no sólo la unión del grupo, sino también el compromiso que tienen con el otro.
  7. Ambiente. La caída de los 4 grandes de Inglaterra dejó el campo perfecto para el avance de cualquier equipo. Con los protagonistas habituales perdidos o concentrados en otras competiciones cuando dieron por perdida la Premier, el campeonato estuvo al alcance de quien quisiera y pudiera tomarlo.
  8. Victorias claves en momentos claves. El Leicester supo ganar los partidos clave, los partidos que tenía que ganar. El partido contra el Manchester City es un claro ejemplo de esto. En ese encuentro los Foxes aniquilaron al City, no fue una goleada en sí (terminó 1-3), pero el juego altamente superior que demostraran los visitantes en Manchester habló de la diferencia entre los dos equipos.
  9. Constancia. El equipo no sólo supo mantener un alto nivel de juego en cada partido, sino que a lo largo del torneo no tuvo “rachas negativas”. Supo estar por 5 partidos invictos, cuando no podía ganar, no perdía. De 3 o de a 1 siempre sumó.
  10. Una ciudad detrás de un equipo. No sólo los fanáticos se han mostrado incondicionales al club, todo el condado apoya a los foxes. Con el pasar de los partidos la ciudad se ha ido tiñendo de azul, hasta estar completamente cubierta por este color. Bajo la campaña “Backing the blues” (apoyando a los azules) iniciada por la BBC y el Leicester Mercury tanto la catedral como el ayuntamiento se han puesto azules. El Leicester se convirtió en un símbolo de esperanza y trabajo duro.